jueves, 7 de marzo de 2013

Admitiendo errores


No es frecuente que un ejecutivo reconozca haber cometido errores en la toma de decisión de un gran asunto. Marcos de Quinto (Coca-Cola) cuenta qué les condujo a ello y para qué le sirvió. Ello figura junto a otros ejecutivos españoles en el libro "Me equivoqué", de Pilar García de la Granja, donde muchos otros "peces gordos" se confiesan.

Marcos de Quinto
la Coca-Cola no estaba mala

Si trabajas en una multinacional, te saltas los procedimientos establecidos y te equivocas, normalmente terminas en la calle". Lo cuenta quien logró superar la peor crisis de Coca-Cola en Europa, pero reconoce haberse equivocado en las primeras decisiones de comunicación"

Marcos de Quinto, 46 años, presidente de la División Ibérica de Coca-Cola, es pragmático, crítico, inconformista. Aficionado a las motos de campo, dice que "siempre hay que tener un as en la manga". En la mayor crisis que ha vivido la compañía en Europa, la "crisis belga", hizo su apuesta desobedeciendo las instrucciones de la central en Atlanta. A sus tres hijos quizá les diga lo mismo que a mí: "Cuando echas un órdago, mejor tener las maletas preparadas, por si te equivocas. Porque si trabajas en una multinacional, si te saltas los procedimientos establecidos y te equivocas, normalmente terminas en la calle".


El 11 de junio de 1999, la hoy tranquila y de ambiente cordial sede de Coca-Cola en España, en la calle Josefa Valcárcel de Madrid, se atragantaba con su marca más emblemática. La Brújula, de Onda Cero de aquel día informaba de la retirada de productos Coca-Cola en Bélgica. Se hablaba de riesgo de pérdida acelerada de glóbulos rojos, anemia, de un posible riesgo de muerte si se bebía el refresco. Al día siguente las cámaras de televisión recogían la retirada masiva de los productos en los supermercados.
La sanidad belga había tomado estas medidas con una rapidez inusitada —en contraste con la dejadez durante el problema de las dioxinas— tras la noticia de que un grupo de niños había sido hospitalizado por lo que parecía una intoxicación masiva. Desde Coca-Cola Bélgica se rastrearon todas las pistas y se detectó que existían dos problemas: una partida defectuosa de botellas no retornables en la que el anhídrido carbónico se había descompuesto, y una partida de latas sobre un palé de madera revestido de un barniz fungicida, cuyo olor podía impregnar la tapa de las latas.


La instrucción que llegó desde Atlanta al resto del mundo fue mantener silencio —dado que no se estaba seguro de cuáles eran las causas— y, por supuesto, que nadie asumiera iniciativas propias que pudieran hacer aún más conflictiva la situación en Bélgica. "Debemos reconocer que nuestra central se equivocó en un primer momento. El retraso en comparecer y dar explicaciones fomentó el crecimiento de la crisis", analiza De Quinto.
Decidió saltarse las normas de la multinacional y jugar sus propias cartas, apoyado firmemente en su equipo. "Estábamos operando como un equipo de marketing político, enfocando el problema, como si de una campaña electoral se tratase", recuerda.

Marcos de Quinto tomó la decisión de empezar a comunicar que las coca-colas fabricadas y embotelladas en España no tenían ningún riesgo para los consumidores, "y lo hicimos con todos los asesores de comunicación, españoles e internacionales, en contra. Desde Atlanta decían a Coca-Cola España: "Si dices que el producto español es bueno, estás diciendo que, tal vez, el belga podría no serlo".

Comunicación. "¿Marcos se negó recurrentemente a celebrar ruedas de prensa. Los asesores de comunicación externos, por su parte, se echaron a temblar, pero lo cierto es que la fórmula directa de informar mediante anuncios, al final, caló en los consumidores. "Eso sí, nos costó muchísimo dinero la compra de espacios, porque salíamos todos los días en todos los periódicos de España, en los nacionales y en los regionales".

La aparición de las partidas de Coca-Cola belga en Zamora confirmó a Coca-Cola España el acierto de los comunicados, en los que el mensaje era exactamente el que se quería transmitir. El caso Zamora tuvo una nueva secuela que se manifestó en llamadas al call-center. Los consumidores querían saber dónde se fabricaba el producto que tenían en su casa y las operadoras les pedían el código impreso en la base de las latas, con lo que instantáneamente les informaban de la planta en que había sido producido.


Al final, la estrategia de "Coca-Cola informa..." se convirtió en la referencia, en el contraste de lo que se decía con lo que sucedía en realidad. La crisis se cerró con éxito, las ventas volvieron a la normalidad en tiempo récord y la confianza de los consumidores estaba en su punto más alto.

"Yo, la verdad, no recuerdo si fui llamado al orden o no". Marcos se siente tranquilo con su conciencia. Sabe que se jugó el puesto, que probablemente se equivocó, él también, con las primeras decisiones de comunicación. Como sabe que, de no haber acertado globalmente en la resolución de la crisis, hoy, probablemente, estaría en otra empresa. Entonces le sonrió la chispa de la vida.



Actualmente ésta es la información que tenemos del señor de Quinto:





martes, 18 de diciembre de 2012

Crisis de Coca-Cola en Bélgica en 1999

Tal y como se ha visto en numerosas ocasiones, actualmente circula por las redes sociales un vídeo de los efectos negativos de la Coca-Cola.
Lejos de entrar en análisis científicos, en el contexto que nos sitúa este blog, la compañía en diversas ocasiones ha tenido que hacer frente a "crisis" reales y que tuvieron una gran repercusión en su influencia e imagen.

Este post está referido a esa gran multinacional y a la marca más potente de la era actual, cómo sufrieron su primera gran crisis, sus motivos y la gestión, su solución y que hubiese las menores repercusiones negativas para la compañía.

Caso Coca-Cola

Mientras intenta retomar el paso en Europa después del mayor retiro de productos de sus 113 años de historia, Coca-Cola hace un mea culpa poco usual: admite que se cometieron errores en la elaboración. Humildad inusual para el gigante de las gaseosas, famoso por su formidable marketing y por su aceitada estructura corporativa. Pero la crisis en Europa (cientos de personas con mareos, náuseas y vómitos después de tomar la gaseosa) mostró una Coca-Cola diferente, una empresa que cometió varias equivocaciones, empeorando aún más una situación muy desafortunada.Cuando se desató la crisis, los ejecutivos de Coca tardaron varios días en darle máxima prioridad. La disculpa a los consumidores llegó más de una semana después. Recién el 18 de junio, diez días después que el primer escolar sintió mareos y náuseas tras beber una Coca, los altos jefes llegaron a Bélgica. Y cuando empezó a reaccionar, Coca trató de desmerecer los trastornos físicos denunciados.Me sorprende muchísimo esa reacción y no la comprendo, dijo David Arnold, un profesor de marketing de Harvard que desde hace años estudia a la empresa.La regla número uno del marketing de productos de consumo es que las percepciones de los clientes -muchas veces divorciadas de los hechos- son lo que importa, señaló Arnold. Una empresa como Coca-Cola, que creó un imperio de 18.800 millones a partir de agua azucarada, debería saberlo mejor que nadie. Tendrían que haber dicho: Sí, hay un problema, en vez de poner en duda los hechos.Pasarán semanas antes que se puedan evaluar las consecuencias negativas para Coca. Los analistas bajaron las estimaciones de ganancias para este trimestre. Y en Europa, que representa un 26% de sus utilidades, la empresa deberá tomar medidas agresivas para recomponer su imagen.Philippe LEnfant, directivo de Coca-Cola belga, admitió que la compañía quizá perdió en algún grado el control. Aunque la empresa tiene una estrategia de manejo de crisis, dijo, esta crisis fue mayor que el peor escenario imaginado.El mutismo inicial de Coca-Cola resultó contraproducente. El dueño de un bar de Amberes informó el 12 de mayo que cuatro clientes se sintieron mal después de haber tomado Coca de botellas que tenían mal olor. Aunque la compañía analizó muestras, no alertó sobre el incidente a la población. Y tampoco lo dio a conocer después del 8 de junio, cuando empezaron a registrarse otros casos, porque, como dijo un vocero de Coca-Cola, no había una clara conexión entre los hechos.Las autoridades belgas y francesas se quejaron varias veces de que Coca-Cola al parecer no las estaba informando de todo lo que sabía. Desde el principio, Coca-Cola incurrió en verdaderas contradicciones, sostuvo un funcionario francés.El 8 de junio, un martes, escolares de Bornem que habían comprado Coca en sus escuelas sufrieron mareos, náuseas y otros síntomas por los cuales 42 de ellos fueron derivados a hospitales. Odilon Hermans, director de la escuela St. Mary en Bornem, cerca de Bruselas, se puso de inmediato en contacto con la planta embotelladora de Amberes. Dijo que muchos gerentes de la empresa concurrieron a la escuela y al hospital durante todo ese día. Recién el 10 -dice Hermans- fueron retiradas de la escuela las botellas no abiertas.El gobierno belga decidió intervenir el 10 de junio, después de que ocho chicos de Brujas fueron hospitalizados. Los directivos de Coca fueron convocados a una reunión en el despacho del ministro Van den Brossche para el día siguiente.El encuentro tuvo lugar a mediodía. Unas cuatro horas más tarde, el Ministerio recibió informes de que otros 13 chicos habían sido hospitalizados en Harelbeke.Reacción en cadenaLa noticia llegó en un momento de alta sensibilidad social. En dos días había elecciones. Dos ministros habían perdido sus cargos como resultado de otra situación de alarma, producida por el hallazgo de dioxina en alimento para animales.Esa noche, el gobierno belga informó a la Comisión Europea y a Francia. Entre el 14 y 15 de junio, 50 chicos fueron llevados a los hospitales de Lochristi y Kortrijk. El gobierno belga ordenó a Coca que retirara sus productos de las escuelas. La tarea se hizo con alguna dificultad. Una escuela que tenía una expendedora estaba cerrada y no pudimos entrar en el fin de semana, dijo Randy Donaldson, vocero de Coca.El domingo, el electorado belga desplazó al primer ministro de su cargo y el lunes el gobierno ordenó que se retiraran del mercado todos los productos de Coca. Luxemburgo dictó la veda al día siguiente. El gobierno de Holanda prohibió los productos de Coca que llegaran vía Bélgica. Y Francia solicitó a la compañía el cierre de su planta en Dunquerque, cerca de la frontera con Bélgica, después que Coca informó que en algunas latas procedentes de esa planta se había encontrado una sustancia que no era utilizada por la empresa.Los directivos de Coca declararon que una partida contaminada de dióxido de carbono, el gas de las burbujas, fue la probable causa del mal olor denunciado en las botellas. Y la sustancia en las latas obedecía a que las plataformas de carga fabricadas por una empresa holandesa habían sido lavadas con un solvente que no cumplía con las especificaciones de Coca.CategóricosMientras se sucedían las prohibiciones, Coca-Cola sostenía categóricamente que sus productos no eran nocivos para nadie. Tal vez produzcan ciertos malestares, pero no son dañinos, afirmaba el vocero Rob Baskin, en la sede de Atlanta. El 16 de junio, en una declaración, el presidente Douglas Ivester ensayó una breve disculpa desde Atlanta. Lamentamos profundamente los problemas que tuvieron nuestros consumidores europeos, dijo.Ese mismo día, Alemania ordenó retirar todos los productos de Coca embotellados en Francia o Bélgica. Asociaciones de consumidores de Alemania acusaron a la empresa de ser muy poco directa con sus explicaciones públicas, que incluyeron afirmaciones de que las bebidas eran seguras aun cuando la gente se había intoxicado después de beberlas.Los ejecutivos de Coca-Cola mostraron una sorprendente indiferencia frente a la oleada de inquietudes políticas y sociales en Europa, que iban desde la dioxina hasta el litigio por el comercio de bananas. En ese clima, esto tenía que ser muy alarmante para el consumidor, porque nadie podía imaginar que Coca-Cola llegaría a tener problemas, comentó Arnold.Ivester fue a Bruselas por primera vez el 18 de junio. Ese día, telefoneó a James Burke, presidente de Johnson & Johnson cuando el escándalo del tylenol contaminado en los años 80, y hablaron largamente, según el secretario de Burke.Entre tanto, las autoridades de España retiraban miles de cajas de Coca-Cola, y autoridades alemanas advertían a los consumidores que sólo bebieran Coca elaborada en Alemania. No hubo denuncias de trastornos físicos en esos países, como tampoco en Luxemburgo o en Holanda.El 21 de junio, mientras proseguían las vedas, Ivester redactó un comunicado para los 28.000 empleados de su compañía. El tema era el caso Bélgica y señalaba: Yo personalmente probé los productos y tuve en mis manos los envases en cuestión, y no experimenté ninguna reacción.Al mismo tiempo, Coca-Cola difundió un informe toxicológico, en el que se señalaba que las sustancias encontradas en los productos en cuestión sólo aparecían en cantidades demasiado pequeñas para provocar los síntomas denunciados. Con eso pareció sugerir que los consumidores que habían denunciado malestares físicos realmente sufrían cuadros psicosomáticos.Cambio de tonoEl 22, Coca publicó un aviso en los diarios belgas en el que pedía disculpas mostrando mayor arrepentimiento. Debería haberme dirigido a ustedes mucho antes y les pido disculpas, decía Ivester en el aviso. En los últimos días en Bélgica, permitimos que dos errores empañaran el compromiso de Coca-Cola con su público.Al día siguiente Bélgica levantó la veda que pesaba sobre las botellas y latas de gaseosas. Coca se comprometió, entre otras cosas, a aumentar los controles de calidad.Los consumidores belgas empezaron a recibir el 2 de julio, de manos de un ejército de promotores, el regalo de un cupón por persona para canjearlo por un litro y medio de Coca-Cola. Los cupones son el cumplimiento de una promesa hecha por Ivester a fin de reanudar las buenas relaciones de los 10 millones de belgas con la marca de gaseosas norteamericana. 



Cronología de los hechos:



Medidas tomadas por el gigante de las bebidas:

 



Comunicado en medio publicitario español sobre sus productos:





El fin de la Crisis, noticia del Informe final en el año 2000:



http://www.youtube.com/watch?v=ZJV1IqcNCgw

Saludos y Bienvenida

Antes de comenzar la actividad, comentar que este será mi primer Blog y lo tomo con entusiasmo y dispuesto a que, quien se interese en él pueda encontrar cosas interesantes.
Principalmente se relacionará con noticias, ideas y curiosidades dentro del ámbito de Marketing y empresas.
Aunque no se ceñirá exclusivamente a estos contenidos, albergará "de todo un poquito".

Un saludo!!